miércoles, 4 de abril de 2012

Comentario sobre los artículos de los video-juegos

         En las últimas tres décadas han ido apareciendo y evolucionando toda clase de video-juegos. Todos recordamos la sala de máquinas o recreativos en la cual todos los niños pasaban horas y horas. Estas salas de máquinas han sido sustituidas por ordenadores y videoconsolas en sus casas. Es difícil encontrar a un niño que a pesar de su corta edad no tenga una Play Station, una Wii o una Nintendo.
            Los juegos a los que se juega hoy en día son el producto de una evolución que se viene dando muy rápidamente en un espacio de tiempo muy corto. Los tipos de juegos han cambiado completamente, hace años los juegos eran de destreza, habilidad y velocidad, mientras que hoy en día han evolucionado tanto que llegan a convertirse en verdaderos submundos paralelos a la realidad, de extrema violencia. Esta última idea está muy interiorizada en la opinión pública debido a una serie de video-juegos los cuales son a su vez los más exitosos en lo que a ventas se refiere, siendo en estos juegos en los que el objetivo principal es destruir o matar, es decir, los juegos violentos.
            No podemos caer en el estereotipo de que solo existen este tipo de video-juegos, ya que el abanico o mercado ofrecido hoy en día es muy amplio. Dentro de este estereotipo también podríamos encontrar la idea de que el video-juego solo sirve para divertirse en el tiempo de ocio. Este estereotipo no es real ya que existen video-juegos muy interesantes que pueden servir como instrumento para la educación de nuestros hijos, alumnos... Debido a la ignorancia respecto a los video-juegos educativos, se dedica poco tiempo al  uso de éstos en la escuela. Esta idea debería de cambiarse no solo en el profesorado sino que también en los padres y en las instituciones educativas.
            En el periodo de prácticas realizado este curso, he podido observar cómo en las aulas están implantándose las TIC. En mi caso, al estar con niños de 8-9 años, en la hora de informática se utilizaba el juego para afianzar los contenidos estudiados en el aula. Estos juegos eran de diversos tipos, como gráficos, sopa de letras, crucigramas, problemas de magnitudes, relojes, ortografía, preguntas y respuestas... Los niños participaban en el juego muy entusiasmados y aunque jugaban individualmente, se ayudaban mutuamente en la comprensión del método. En mi opinión,  estos video-juegos son muy buenos a utilizar en el proceso de enseñanza-aprendizaje ya que presentan más ventajas que inconvenientes. El desconocimiento de la sociedad sobre la existencia de este tipo de juegos hacen  que la opinión pública esté en contra de la incorporación del video-juego en las aulas, ya que se creen que los video-juegos solo son para utilizar en tiempo de ocio y no se saca ningún fruto de ello.
            La sociedad debe de cambiar esta postura. Muchos entendidos en el tema sugieren la realización de video-juegos donde no exista tanta violencia, individualismo y sexismo, es decir, juegos donde las mujeres también sean protagonistas y no sea el hombre siempre el personaje principal dispuesto a salvar el mundo. Juegos donde pueda haber una interacción entre varios jugadores, evitando así la soledad del niño en su cuarto aislado.
            Estos entendidos lo que pretenden es producir juegos con los que los niños puedan estar en las aulas, pero teniendo en cuenta una serie de aspectos. Para empezar, hay que saber qué tipo de juego queremos que utilicen en el aula, si les va a servir para aprender algo o si va dirigido a alumnos de una edad determinada. También tenemos que tener en cuenta la duración del juego dentro del aula, sin sobrepasar un tiempo que resulte necesario para otro tipo de aprendizajes. Estos juegos que vayan a implantar nos dan la posibilidad de que el niño desarrolle una serie de habilidades como pueden ser:
Saber solucionar problemas ante situaciones determinadas.
Saber tomar la decisión adecuada en cada momento.
Saber buscar información.
Saber organizarse.
            Si se cumplen estas habilidades mencionadas, el niño podrá llegar a alcanzar el objetivo principal de implantar el video-juego en el aula: aprender. Así veremos que se pueden sacar muchas más utilidades de las que nosotros pensamos y que no tienen un carácter negativo.
            Para terminar, en mi opinión, un niño no tiene que verse influenciado por jugar o no a un video-juego violento, es decir, puede ser violento sin jugar, o puede no serlo jugando, ya que gente violenta ha existido incluso cuando no había video-juegos. Un niño puede ser sexista más que por un video-juego por lo que ve en su casa o en su entorno. La “adicción” del niño hacia el juego puede utilizarse de forma muy positiva por sus padres como recompensa a diversas actitudes y comportamientos del niño en distintos ámbitos.




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